Mi primer acercamiento a la asexualidad fue hace unos años, cuando mi amiga A. me llamó para hablar sobre un “problema” que tenía. “Chari -dijo-, hay algo de lo que tenemos que hablar”. Al final de la llamada telefónica, que duró una hora, reuní en mi cabeza todo lo que Chari me había contado y supe que mi amiga es asexual. Y se lo dije.
Luego ingresé a Google y le envié toda la información que pude encontrar sobre la asexualidad. Si bien estaba feliz de escuchar a mi amiga y ayudarla a superar sus dudas y miedos en ese momento, había mucho más en lo que no había pensado. Por un lado, ambas habíamos crecido con la idea de que todas las personas disfrutan y quieren tener sexo. En segundo lugar, ella estaba casada.
Siempre “se espera” que quienes están en una relación amorosa tengan sexo y lo disfruten. Si bien fue un alivio para mi amiga saber que no le pasaba nada malo, estaba llena de temor por tener que decir a su entonces esposo que, a pesar de que tenían hijos juntos, nunca había disfrutado de tener sexo con él, y de hecho ya no quería volver a hacerlo.
¿Cómo podía explicar a esta persona que amaba que se sentía atraída románticamente por él, pero que no estaba interesada en seguir con la parte sexual de su relación?
¿Qué es la asexualidad?
WebMD describe la asexualidad como la falta de atracción sexual hacia otras personas o un bajo interés en cualquier tipo de actividad sexual. Mientras que algunas personas lo describen como una falta de orientación sexual, otras lo aceptan como su orientación sexual.
La palabra “asexual” también se puede usar como un término general para una variedad de subidentidades asexuales, incluidas gray-A, demisexualidad y otras. Las personas asexuales pueden identificarse como transgénero, no binarias, cisgénero (como mi amiga A.), u otros géneros. Hay quienes experimentan atracción romántica hacia otras personas, mientras que quienes son arrománticos no la sienten en absoluto.
¿Eres asexual? ¡No hay nada malo contigo!
Cuando A. comenzó a contarme sobre su falta de atracción sexual hacia su esposo y anteriormente con otras personas, también me dijo que pensaba que algo andaba mal con ella y que la única forma de resolverlo era acudir a un profesional de la salud y hacerse una evaluación médica. Al igual que A., muchas personas piensan que ser asexual o “ace” (como también se dice informalmente en inglés) es algo que debe ser “arreglado”.
La realidad es que nada está mal en ti si te identificas como asexual. Estamos “programados” para pensar que todas las personas deberíamos experimentar atracción sexual y, como eso no le sucede a las personas asexuales, muchas veces se piensa que les pasa algo malo. Sin embargo, no es así. No hay nada que curar.
Desafortunadamente, muchas veces se cree que las personas asexuales no han encontrado a la persona adecuada y que una vez que lo hagan, la atracción sexual aparecerá mágicamente. Esto no es cierto.
La asexualidad no tiene nada que ver con el romance y el amor. Muchos asexuales, como A., quieren tener vínculos románticos y pueden disfrutar de relaciones felices y saludables como cualquier otra persona.
El hecho de que las personas asexuales no sean mayoría no significa que sus experiencias sean inválidas. Lamentablemente, si eres asexual puede tocarte lidiar con preguntas o comentarios injustificados que obviamente resultan incómodos. Pero la ignorancia sobre lo que significa ser asexual no te define en absoluto. Tu sexualidad es real, ¡y no hay absolutamente nada de malo en ti!
Nada causó tu asexualidad
La asexualidad es una orientación sexual, como la bisexualidad, la heterosexualidad o la homosexualidad. Nada provoca estas orientaciones sexuales. No pienses que tu asexualidad es el resultado de un trauma infantil, o que es genético. Definitivamente no lo es.
Dicho esto, si tienes pareja y acabas de llegar a un acuerdo con tu sexualidad, es esencial hablar y dejar claros tus límites en lo que respecta al sexo. El hecho de que seas asexual no significa que no puedas disfrutar de una relación feliz y saludable a largo plazo. Si tu pareja tiene un mayor impulso sexual, pueden explorar una relación abierta o acordar una no monogamia ética.
Tu pareja puede tener la libertad de buscar relaciones sexuales con otras personas y mantener un compromiso emocional contigo. Lo más importante es que ambas partes comuniquen sus necesidades de manera abierta y honesta. Explica a tu pareja lo que significa para ti ser asexual. No todo el mundo es compatible, así que si eres asexual y sientes que una relación abierta no es para ti, tus sentimientos son perfectamente válidos.
Por último, la próxima vez que empieces a pensar si te pasa algo, recuerda que eres perfecto o perfecta tal como eres.
Sobre la autora: Chari Bong’osa es escritora, editora y comercializadora digital independiente. A Chari le apasiona cambiar el mundo a través de las relaciones que la rodean. Cuando no está escribiendo sobre formas de mejorar su relación con el propio ser y con lxs demás, está escribiendo sobre temas LGBTQ o creando conciencia sobre varios esfuerzos comunitarios. Conecta con ella en LinkedIn aquí.
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