El capuchón cervical no tiene efectos secundarios graves. Los efectos más comunes, que se detienen apenas suspendas su uso, son:
– irritación vaginal o de la piel;
– infecciones urinarias frecuentes;
– reacciones alérgicas al espermicida o la silicona;
– secreciones vaginales fuera de lo común (esto sucede cuando se lo deja puesto demasiado tiempo);
– vaginosis bacteriana o candidiasis (es poco común);
– síndrome de choque tóxico (en casos muy poco frecuentes) (7).
Desventajas del capuchón cervical
– Requiere de mucho esfuerzo. Tiene que estar bien puesto cada vez que tengas sexo. Colocarlo toma su tiempo y a algunas personas les resulta difícil. No es una buena opción si tienes sexo muy seguido.
– Los capuchones cervicales son más eficaces si aún no has dado a luz.
– En algunos lugares necesitarás una receta médica para conseguir uno.
– Los penes grandes, el sexo intenso o algunas posiciones sexuales pueden hacer que el capuchón se mueva de su lugar.
– Para usar este método es necesario que te sientas a gusto con tu cuerpo. Si te incomoda poner los dedos dentro de tu vagina, entonces deberías considerar otro método.
– Requiere autodisciplina y planificación. Debes recordar colocar el capuchón cada vez que tengas sexo.
– Es difícil recordar usarlo si has estado bebiendo.
¿El capuchón cervical te protege contra las infecciones de transmisión sexual (ITS)?
No, los capuchones cervicales no te protegen contra las ITS. Sin embargo, a comparación con el diafragma, están asociados con un menor riesgo de infecciones urinarias.
Usar espermicida varias veces al día puede causar irritación, lo que podría hacerte más susceptible a las ITS, incluyendo el VIH. Úsalo junto a un condón (interno o externo) para reducir el riesgo de contraer una infección.