Los efectos secundarios no son necesariamente dañinos y suelen desaparecer a los pocos meses. Incluyen [7]:
– cambios es el patrón de sangrado (puede ser sangrado menos abundante o que dure menos días, sangrado prolongado o irregular, o la desaparición por completo de tu período);
– vómitos y náuseas;
– dolor de cabeza;
– sensibilidad en los senos;
– aparición de sarpullido o irritación en la piel donde está colocado el parche;
– dolor abdominal;
– vaginitis (irritación, enrojecimiento, o inflamación de la vagina);
– síntomas de gripe o de infección de las vías respiratorias altas; y
– presión arterial alta. El parche anticonceptivo puede aumentar levemente tu presión arterial. Para la mayoría de las personas, este aumento es pequeño y no afecta su salud. A quienes usan el parche se les recomienda que controlen su presión cada unos pocos meses. Si el aumento provocado por el parche es muy alto, se recomienda detener el uso. La presión generalmente baja una vez que dejas de usarlo.
¿El parche anticonceptivo hace que subas de peso?
No hay investigaciones que prueben que el parche anticonceptivo provoque aumentos de peso. Una investigación hecha en personas usuarias de los parches demostró que quienes participaron no subieron más que 1 kilo en 6 meses. Ese aumento no pudo atribuírsele el parche.
El parche anticonceptivo me da comezón, ¿qué hago?
Para evitar la comezón, asegúrate de colocar el parche en piel limpia y seca. También es importante que la piel no esté irritada ni cortada y que el sitio donde lo coloques no sea el mismo del que acabas de despegar un parche. Si sientes comezón o si tu piel se irrita después de aplicar el parche, simplemente quítatelo y ponte uno nuevo en otra parte del cuerpo. Lava la zona afectada con agua y jabón suave, y luego alivia la piel con un poco de hielo y/o una crema anti comezón. Si el sarpullido se vuelve más doloroso, puedes tomar un antihistamínico o analgésico de venta libre para aliviar el dolor y la hinchazón. Si vuelve a suceder lo mismo cuando colocas el parche en otra parte del cuerpo, es posible que tengas alergia a este anticonceptivo. En este caso, recomendamos considerar otros métodos con la persona proveedora de tus servicios de salud.
¿Qué pasa si se me cae el parche anticonceptivo?
El parche tiene buena adherencia y, con un uso normal, no debería salirse, ni siquiera en un jacuzzi, sauna, bañera, ducha o piscina. Sin embargo, si esto ocurriera dentro de las primeras 48 horas, coloca un nuevo parche y cámbialo el día de cambio original. Si el uso del parche durante los 7 días previos fue correcto (o los 7 días anteriores a la semana sin parches si estás en la semana 3), aún tendrás protección contra embarazos.
Si llevas más de 48 horas sin parche y no sabes cuanto tiempo ha pasado desde que se salió, ponte uno nuevo y cámbialo en el día de cambio original si estás en la semana 1 o 2. Si estás en la semana 3, empieza un nuevo ciclo de parches (empieza en el día 1) y saltéate la semana sin parches. En ambas situaciones es importante que uses un anticonceptivo de respaldo.
Si tu parche se salió y tienes sexo durante la semana sin parches o en la semana 1, o si tienes sexo en la semana 2 o 3, o cuando el parche no ha estado bien colocado por 7 días, asegúrate de usar un anticonceptivo de emergencia. Es posible que necesites hacer una consulta médica para evaluar qué otras opciones tienes disponibles.
Complicaciones
Las complicaciones del parche anticonceptivo son similares a las de la pastilla combinada. Pueden incluir:
Muy raras:
– Ataque cardíaco
– Accidente cerebrovascular
– Trombosis venosa. En casos extremadamente raros, podrías desarrollar un coágulo sanguíneo en las venas de las piernas o pulmones que ponga en peligro tu vida. El uso del parche aumenta levemente las posibilidades de desarrollar un coágulo sanguíneo. Como las personas que usan parches anticonceptivos tienen una dosis más alta de estrógenos que las que usan la píldora, el riesgo de desarrollar un coágulo sanguíneo es mayor, de aproximadamente 1 entre 500 [8]
Debes hacer una cita médica urgente si tienes alguno de los siguientes síntomas:
– dolor de cabeza intenso o migrañas;
– dificultad al respirar;
– hinchazón dolorosa en las piernas;
– sensación de entumecimiento o de debilidad de tu brazo o pierna;
– problemas repentinos con el habla o la visión;
– tos con sangre;
– dolor en el pecho, en especial si te duele al inspirar;
– dolor abdominal intenso; y
– desmayos o desvanecimientos sin motivo.
Esos síntomas pueden ser causados por un coágulo sanguíneo.
Si después de 3 meses aún consideras que los efectos secundarios son más de lo que puedes tolerar, cambia de método para mantener la protección. Los condones son una buena opción mientras buscas otro método que se ajuste a tus necesidades. Recuerda que los parches anticonceptivos no te protegen de las infecciones de transmisión sexual.