¡Lee esto para prepararte!
Si eres una persona con vulva, es importante que, una vez al año, desde que empiezas a menstruar (¡y por el resto de tu vida!), acudas a una consulta ginecológica. No hay nada de qué preocuparse: se trata de un chequeo médico de rutina como cualquier otro, solo que este es, digamos, “más específico”.
Por supuesto es súper normal que la primera vez te surjan dudas, y hasta algún que otro temor: ¿cómo me preparo?, ¿con quién voy?, ¿qué me harán exactamente?
Pensar en que alguien que no conoces revise tu cuerpo, y sobre todo tu vagina, puede ser aterrador, pero las y los especialistas en ginecología lo harán de manera cuidada y profesional.
¡No temas! En este blog te contamos qué esperar exactamente, así se disipa todo miedo o inquietud que tengas.
Qué debes saber antes de acudir a tu primera visita al ginecólogo
1. No pueden juzgarte
De ninguna manera el o la gine puede pensar mal de ti, ni regañarte por hablar de tu vida íntima o por tener alguna enfermedad o infección de transmisión sexual (ETS/ITS). Si eso sucede, te sugerimos que cambies de profesional inmediatamente.
2. Toda pregunta es válida
Puedes aprovechar tu primera de muchas visitas ginecológicas para resolver tus dudas. Nuestra recomendación es que hagas por anticipado una lista de lo que quieres saber, así en el momento nada se te olvida. Puedes preguntar por tu ciclo y cómo funciona; pedir recomendaciones sobre higiene y cuidado menstrual; explorar las distintas opciones anticonceptivas, sus ventajas y desventajas; etcétera.
3. Los antecedentes importan
Si sabes de algún antecedente de cáncer de ovarios o de mama en tu familia, no olvides comunicarlo a tu gine. Sobre todo si son por línea materna. Así tu gine podrá hacerte un mejor seguimiento y practicar las pruebas que considere necesarias, siempre con la regularidad debida.
4. La empatía es clave
Si tu gine no te escucha, te hace sentir incomodidad de la forma que sea, y/o te juzga, recuerda que siempre puedes cambiar. Incluso existen ONG que ofrecen espacios de consulta ginecológica cuidada y respetuosa. Por lo que, si en el ámbito médico “formal” no encuentras la atención que buscas, puedes averiguar qué organizaciones operan en tu zona, y acudir a ellas.
5. Pueden acompañarte
Ir en compañía de alguien de tu confianza siempre es una buena idea, sobre todo si se trata de tu primera vez. De hecho, si aún no alcanzas la mayoría de edad, lo ideal sería que entres a la consulta en compañía de una persona adulta con la que te sientas en confianza.
6. Agenda tu cita estratégicamente
Lo ideal es ir un día en que no estés menstruando. El aseo es importante, pero no te apures por olores o vellos. Por el contrario, el olor fuerte puede ser signo de una infección vaginal y, en ese caso, el o la especialista la detectará y te dará el medicamento adecuado.
7. Es fundamental que regreses cada año
Hayas, o no, tenido encuentros sexuales, a partir de la primera menstruación, y por el resto de tu vida, es fundamental que acudas a la consulta ginecológica de manera regular. Hacer esta visita médica una vez al año ayuda a prevenir enfermedades como el cáncer de ovario, mama o útero, e infecciones de transmisión sexual. También permite planificar tu vida, si es que quieres o no bebés.
Preguntas frecuentes de una visita al ginecólogo por primera vez
En la primera visita, tu médico o médica necesitará saber más de ti antes de examinarte Algunas de sus preguntas pueden resultar incómodas, pero son necesarias para hacer una valoración clínica adecuada. El o la especialista querrá saber si tienes encuentros sexuales y con qué tipo de protección, si usas anticonceptivos hormonales, si pasaste por un embarazo o has tenido un aborto, o con cuántas parejas sexuales has estado. A todo puedes responder o no, pero básicamente lo preguntan para saber de dónde partir.
Si la o el especialista lo considera pertinente, te hará una examinación más a fondo, que puede incluir exploración de mamas y de vulva, papanicolau y/o colposcopia. Pero por lo general no sucede en la primera visita, a menos que ya tengas encuentros sexuales.
Lo “peor” es dar el primer paso, las siguientes consultas serán mucho más fáciles, así como cuando vamos al dentista o vemos a un médico o una médica general. Todo nuestro cuerpo necesita ser atendido y lo más chido es que cada consulta te ayudará a conocerte mejor. ¡Anímate!
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