Durante mucho tiempo me cuestione el cómo era posible que con ciertas personas con las que he interactuado sexualmente lograba tener mayor conexión que con otras; ya sabes, esos encuentros donde saben cómo y qué lugares tocar en los momentos precisos; y resulta que en dichos encuentros la escucha, el autoconocimiento y la disposición estaban presentes de ambas partes… por ello es que desde ahí podía vivirme más libre sexualmente.
Hablar de inteligencia sexual se refiere a aquella capacidad que posee una persona para gestionar su sexualidad y desde ahí satisfacerse y satisfacer a su pareja o parejas. Esta te lleva a indagar en ti, para reconocer cuales son aquellas cosas, que te gustan, te prenden; al igual que aquello que te disgusta o te causa insatisfacción; por ende te lleva a una autoexploración; al constante reconocimiento de tu capacidad para disfrutar de una vida sexual sana, plena, responsable y satisfactoria.
Así que entre más desarrollado sea tu coeficiente de Inteligencia Sexual, más herramientas tendrás para disfrutar de tu sexualidad en plenitud.
Sin embargo para poder llegar a este nivel de auto exploración tan exquisita y detallada es importante centrarnos en la educación, el autoconocimiento y la autoexploración; de tu sexualidad.
Poseer información clara y objetiva acerca de tu cuerpo, con qué te identificas y cómo funcionas, sin olvidar el fomentar las actitudes y valores que deben primar a la hora de relacionarte con otras personas. Saber cómo puedes gozar de él, resultará tan importante como promover el respeto por ti misma y por las demás personas, la aceptación de lo diverso y dejar claro que el sexo es sinónimo de salud, diversión y placer, de lo contrario algo estaría fallando.
Esta educación debe ser libre de prejuicios, mitos y falsas creencias. El que hoy podamos tener a la mano basta información con respecto a la composición del cuerpo, su funcionamiento, practicas sexuales o cómo disfrutar de el sexo, no significa que desde ahí sea suficiente, cantidad no es sinónimo de calidad.
Para poder apropiarse de esta información, es importante identificar que cada cuerpo es diferente y por ende responde y lo vivencia de forma distinta. Ten en cuenta que no somos máquinas secuenciales que estemos hechas bajo un mismo molde, afortunadamente cada persona vive y experimenta su sexualidad desde aquello que le gusta y le causa satisfacción. Por lo que conocerse a sí misma sexualmente es fundamental y es algo que a menudo, desacertadamente, se pasa por alto.
Desde poseer esta información precisa y el autoconocimiento propio, podemos adentrarnos a la autoexploración; para ello es importante dejar todas aquellas represiones que desde pequeñas socialmente nos imponen con respecto a si se debe o no tocar tu cuerpo y hasta dónde, las cuales solo van provocando sentimientos de culpabilidad y vergüenza, dejando a un lado lo verdaderamente importante que es guiar y enseñar cual es el momento y el lugar idóneo para hacerlo.
Potenciar tu inteligencia sexual tendrá gran beneficio tanto a nivel personal, como en pareja. Si el sexo es salud, la inteligencia sexual será capaz de aumentar nuestra salud física, mental y emocional, liberandote de prejuicios, mitos y falsas creencias. El poder de conocerte implicará el respetarte y quererte, y desde ahí vincularte desde una misma visión y sintonía.
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Sobre la autora: Sexóloga Educadora y Sensibilizadora, Psicóloga y Docente con 10 años de servicio. Especializada en sensibilización y manejo de grupos, promotora de los Derechos Sexuales en jóvenes. Ha participado como experta en diferentes programas televisivos y de radio. Docente en el Instituto Mexicano de Sexología y cofundadora de SexólogxsMx