¿Salud sexual? Salud TOTAL

¿Salud sexual? Salud TOTAL

Es común que al pensar en salud, las personas imaginemos alguna representación de “comer bien y hacer ejercicio” en la mente; y habrá quien imagine tal vez un elemento de bienestar psicológico y emocional, y listo, no nos alcanza para imaginar más. Pocas veces nos detenemos a ver que en este importante y enorme espacio de nuestra vida y persona, la salud, también incluye nuestra salud sexual.
Sin embargo, aún contemplando la salud sexual en nuestras vidas, existe otra “trampa” en la que comúnmente caemos cuando empezamos a entrar en contacto con este concepto: la idea o creencia de que hablar de sexualidad humana y del cuidado de nuestra salud sexual, es procurar que nuestra vida sexual tenga cierta frecuencia, “intensidad” y tipo de “actividades” y prácticas sexuales; o tal vez pensemos solo en la planificación de embarazos o la prevención de infecciones, y podemos incluso pensar que si no padecemos alguna disfunción o dolencia de tipo sexual, nuestra salud en dicho aspecto ya está en perfecto estado.

Esto no es así, o no del todo, realmente.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, “la salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad”. Debe mirarse desde un enfoque positivo y respetuoso de las relaciones y prácticas sexuales, y debe incluir la posibilidad de tener experiencias placenteras y satisfatorias, pero de forma segura, con libertad y pleno consentimiento, sin coacción, discriminación o cualquier forma de violencia.

Por lo tanto, hablar de salud sexual y reproductiva es conversar sobre nuestras identidades, nuestras crianzas, nuestros deseos, proyectos de vida, sobre las formas en las que construimos nuestras relaciones afectivas y sexuales, sobre cómo nos vivimos dentro de nuestros cuerpos, nuestras identidades y orientaciones, nuestros hogares o familias, escuela, comunidad y sociedad.

Es también cuestionarnos sobre la opción de ser madres o padres, decidir sobre nuestras vidas, cuerpos y experiencias, es aceptarnos, querernos y apropiarnos de nuestro poder de decisión para saber tomar acciones informadas sobre nuestra sexualidad, sabiendo elegir la mejor forma de prevenir riesgos a nuestra salud, como la adquisición de infecciones de transmisión sexual, o los embarazos no planeados, pero sin sacrificar el pleno ejercicio del derecho al placer. Al permitirnos tener relaciones sexuales satisfactorias, pero siempre protegidas, estamos precisamente en la práctica del cuidado de la salud sexual.

Pero esto no termina ahí. Es también hablar del respeto a la diversidad humana, del reconocimiento a los derechos de todas las personas, es conocer sobre las maravillas del cuerpo humano y su diversidad de formas, expresiones y capacidades de sentir, disfrutar y experimentar la vida y el placer; es erradicar el estigma y juicio que tiene la sexualidad y todo a su alrededor, para reclamar ese espacio de amor propio y autocuidado, que es territorio de cada quién, para atender, vivir y disfrutar.

Para seguir avanzando en la visibilización de la importancia que tiene para todas las personas el abordaje de estos temas de salud, desde el año 2010, se estableció el 4 de septiembre como el Día Mundial de la Salud Sexual; como un fuerte e importante esfuerzo hacia la construcción de un mundo que mire la sexualidad como un aspecto esencial del ser humano, así como un elemento de la salud integral, que debe ser pleno, satisfactorio, saludable y sin riesgos ni repercusiones para nadie.

Este año, y a consecuencia de la aún latente pandemia que atravesamos, la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS, por sus siglas en inglés) bajo el lema “Turn it on (Enciéndelo): la salud sexual en el mundo digital”, hace un llamado a la reflexión en torno a la importancia de hacer valer los derechos sexuales, también en los espacios digitales.

La motivación para seleccionar esta premisa parte de la intención de transmitir un mensaje hacia el “encender” la conciencia de las personas, para partir del entendimiento y comprensión de la salud sexual como un concepto mucho más amplio, que abarca también la prevención de riesgos como las múltiples violaciones y abusos a los derechos sexuales que se dan en el espacio de la virtualidad.

Por todo lo anterior, y en el marco de esta fecha, invitamos a todas las personas a cuestionar cómo se encuentra su salud sexual, y cómo podrían empezar a vivirla, celebrarla y disfrutarla (¡aún más, si es que ya lo hacen!), como es su derecho, y el de todas las personas..

Referencias: 

  1. Salud Sexual, Organización Mundial de la Salud, https://www.who.int/es/health-topics/sexual-health#tab=tab_1
  2. Día Mundial de la salud sexual, Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) 2021, https://www.diamundialsaludsexual.org/es